jueves, 25 de junio de 2009

Boris Vian y el Lobo Hombre

Mais les poètes sont très bêtes
Ils écrivent pour commencer
Au lieu de s’mettre à travailler
Et ça leur donne des remords
Qu’ils conservent jusqu’à la mort
Ravis d’avoir tellement souffert
On leur donne des grands discours
Et on les oublie en un jour
Mais s’ils étaient moins paresseux
On ne les oublierait qu’en deux.
(Boris Vian)


Pero los poetas son muy tontos
Escriben para comenzar
En vez de ponerse a trabajar
Y eso les da remordimientos
Que conservan hasta la muerte
Encantados de haber sufrido tanto
Les dan grandes discursos
Y se les olvida en un día
Pero si fueran menos perezosos
Sólo en dos serían olvidados.
(Traducción de Juan Antonio Tello)


Se cumplieron anteayer cincuenta años de la muerte de este polifacético señor, -nacido un diez de Marzo bajo el signo de piscis-, que se codea con lo mejorcito del Paris existencialista y Jazzistico: Sartre, Camus, Duke Ellington, Miles Davis, Carlie Parker…
Aquí es conocido sobre todo por una cancioncilla, luego te la pondré, una adaptación de uno de sus relatos mas célebres.
Yo tuve mi primer contacto con él una tarde de mi adolescencia, en la que un amigo me dejó una novela negra bastante mala, según él, a mí no me sonaba ni el autor ni el titulo, la leí de un tirón y olvidándola enseguida: Escupiré sobre vuestra tumba. Trata de un negro con la piel blanca y tiene mucho sexo y violencia.
Luego, años después, ya superada la treintena, estaba yo un mes de Septiembre esperando en la sala del alergólogo con la gentecilla del estornudo primaveral mirándose los bracitos cobayas, cuando me sorprendió ver a un tipo calvo y risueño y vestido de negro, con pinta de ochentero y movida madrileña way of life. Estaba carcajeándose, leyendo un libro de Tusquets llamado: “El Lobo Hombre”, escrito por Boris Vian. Contagiado por su felicidad lectora, no esperé muchos días para comprarme el dichoso librico.
Es recomendable en grado sumo, oiga, sobre todo si le gusta el humor surrealista, absurdo, bizarro, y no espera grandes reflexiones que le arrimen a una catarsis de llanto reparador. Que puede existir literatura inteligente fuera del ámbito de la pose del pensador de Rodin, es algo que los lectores de Vian aceptamos con insolencia.
La cancioncilla prometida, el videoclip es una maravilla:



Esta canción, junto con el Annabel Lee de Poe cantado por Radio Futura, deberían mostrarse en los institutos para motivar a la lectura:

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