martes, 22 de diciembre de 2020

El nuevo orden mundial



El nuevo orden mundial 

consiste en 

arrancarse unos los ojos pupilas y pestañas

otros los oídos con sus orejas protectoras

otros la boca con sus labios dientes lengua

En el nuevo orden mundial 

nada de eso será perdido

ellos no podrán impedir que los sujetemos

con nuestras manos para ofrendarlos.

Nuestras manos verán, oirán y hablarán.

Sus manos boca

Tus manos ojos

Mis manos oídos.


Un nuevo orden mundial preparan los gobiernos

de todos los sentidos alimentan sus avernos

calor de hogar de sus inviernos.


Sujetad bien lo que os arrebaten

haceos medallas donde enmarcar

ojos oídos bocas. Sobre el pecho.

En el nuevo orden mundial

haced de vuestra herida corazón

que mire y oiga y cuente.


Nada será perdido.


En el nuevo orden mundial 

nada se perderá.



Aluche. Diciembre del 2020.

Las canciones del desconfinamiento.


sábado, 14 de noviembre de 2020

Ahora que ella regresó te necesito más que nunca.



 Ahora que ella regresó te necesito más que nunca.

Con todos sus aromas, sus grabados, su aire

adolescente, sus ojos cargados de un misterio

de novela. 

Ella, volvió. De pronto. Como 

un portazo al revés, como las antípodas de

todo un abandono. 

Ella. Regresa. Hoy.

Nunca se fue del todo. Te digo, que vive

aquí. Conmigo, y tú tendrás, que resistirla.

Su poder es el poder de las palabras con todas

las evocaciones y aromas posibles. Su cuerpo

desnudo se paseará ante ti como siempre hizo 

ante mi. Enloquecerás seguro, pero no morirás

si te agarras a mi, si soportas su poderoso andar

sin más ropajes, que la evocación que te sugiera.

Te hará inmortal. 

Yo te prometo, que ella, pese

a todo, te hará resucitar de nuevo cada día.

Después de la pequeña muerte que en cada

orgasmo en tu unión a mi, ella nos resucitará.

Ella nos necesita más que nunca, ahora que

tú me darás el sí, ella nos matará y resucitará.

Ella. Sus aromas. Sus grabados. Su mirada

con un misterio que arropó tu desnudez

de página en blanco con sus palabras

y sus evocaciones. Ella se desnudará para que

tú y yo podamos seguir viviendo. Adolescentes

siempre.



A Emperatriz, musa de siempre

Aluche. Noviembre del 2020.

Las canciones del desconfinamiento.


sábado, 7 de noviembre de 2020

En la trastienda queda el resto, los libros de cuentas




En la trastienda queda el resto, los libros de cuentas
(lo que el mundo nos debe y lo que le debemos)
queda lo que no se dice y si acaso se susurra
las ilusiones, deseos, miedos, intenciones, miradas
furtivas, huidas. Los amores no consumados
y los amores consumidos también quedan.
En la trastienda está quizá tu vida no vendida
y vedada para el mundo y vendada en sus ojos
para que no vean todo el dolor que allí fuera
en el mostrador con los clientes, se negocia.
Persona es más de lo que tú ves y se te ofrece
persona va más allá del escaparate, allí muy dentro
en la trastienda queda el resto, la persona que no ves
y que quisieras nunca conocer, pues es muy fácil
calibrar, medir, apreciar, desnudar y violar
lo que se vende, más difícil es abrazar y amar
la realidad real de una persona. Siempre se juzga.
Y todo aquel que se cree juez e inquisidor tiene
su propia trastienda tan llena de mierda y vergüenza
que no pudiendo descansar en ella huye a otras tiendas
para medir, desnudar y violar, dañar y pisar lo ajeno.
Nos prostituimos para el mundo porque no nos queda
otra. Nuestros macarras nos deshacen y malvenden
para una clientela atroz de vidas también muy mal
vendidas con vendas en los ojos para no ver claro
vedada para la vida verdadera que se forja al fondo
en la trastienda. Mira escaparate y mira dentro, pero
mira también lo que no puedes ver, ese espacio
donde la persona lleva sus cuentas en soledad y duelo.

Aluche. Noviembre del 2020.

Las canciones del desconfinamiento.


viernes, 30 de octubre de 2020

Alguien tuvo que dar el primer paso y fueron tus piececitos desnudos

 

Alguien tuvo que dar el primer paso y fueron tus piececitos desnudos

uñas de roja pasión de mi corazón -ya arañado, no fuiste tú la primera-

los que primero se acercaron en esta playa eterna antes del crepúsculo.

Nunca se hará de noche mientras nuestros tímidos pies jueguen.

Luego fui yo quien anduvo kilómetros a tu encuentro sagrado, sagrado encuentro

santuario playa eterna en la que rodeados de cuerpos desnudos lozanos

rodeados de arena y olas de furia y calma emocionales jugamos a piececitos.

Y aún sigo esperando un paso tuyo más -por cada paso tuyo yo recorreré cientos-

para subir de tus pies a tus rodillas morenas como los cardenales de mi corazón

-ya amoratado, no fuiste tú la primera-, de tus rodillas en otro paso tuyo

a tu vientre de sal sagrado y santuario y playa eterna, tu vientre sexo roto

puerta de arena y cuerpos desnudos puerta de mis emociones rotas

puerta de santuario playa eterna para que se adentren mis pies peregrinos a ser

destrozados en tu sexo roto como mi corazón -ya roto, no fuiste tú la primera-.

Mi corazón, roto de tanto querer arenas y cuerpos desnudos. Santuarios. 

Mi corazón, roto de tanto amar, mejor que un corazón intacto y vacío

desierto sin cuerpos, sin arenas, sin olas, sin pies peregrinos ni pies de uñas rojas

jugando a piececitos jugando a piececitos jugando a piececitos jugando a piececitos


A mi gitana.

Aluche. Octubre del 2020.

Las canciones del desconfinamiento.


viernes, 2 de octubre de 2020

Sed

 ¿Tenéis sed?

Entonces sed.

lunes, 2 de marzo de 2020

La ruina del mundo y la música que queda





Yo te voy a contar lo que sucede con la rabia y el silencio
Yo te voy a demostrar cómo el llanto retenido se convierte en 
música.
Y cómo de cada nota se sucede una historia tras otra
Una tragedia.
El gran drama del estar sin ser, del permanecer sin vivir.
Como poema sin versos, o lo que es peor, como versos sin
poesía.
Sin embargo, cuando la congoja se derrama al fin
como una gran ciudad derrumbándose, un abismo
hacia el sur de la nada, hacia la hecatombe de la supervivencia
el gran destrozo cósmico dejará paso a la gran nada granada de 
nada.
Entonces irás tú, por fin, entre las ruinas de ti
entre las sombras sin hábito -rutina- ni hábito -traje-
y silbarás tu melodía.
¡Oh, deja, por Dios, que todo muera ya, todo se acabe!
Para crear por fin tu cántico sin letra ni destino.
Pura música.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Una reflexión sobre el poder de la música sobre la escritura


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La música ayuda, y mucho.
Si no fuera por ella me sería arduo encontrar las palabras: dentro del río revuelto, como cajón de sastre donde todo debiera ser posible, la música es caña y es anzuelo, donde pescar todos esos pececillos que son las palabras que bailarán al son de la cuerda de la caña.
Porque, ay, la cuerda de la caña vibra y es sonora como la del violín, la guitarra o la lira.
O quizá es que el pececillo soy yo, pues basta que por la calle, en cualquier lugar o momento, salte una melodía, una canción, para que me eleve al aire salvándome del río obscuro de mi mismo.
Casi todo lo que he escrito ha sido con música de fondo.

jueves, 30 de enero de 2020

La pérdida y el encuentro


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Nosotros, los perdedores
Hemos decidido encontrarnos otra vez

Príncipe de ArroyoLuche, del libro La estrategia de la distracción