Quería escribir un soneto solemne y profundo, pero me salió un volátil pastelito de crema.
No dejes que te queme y hiera el sol
barnízalo de lluvia y tempestades
ángeles, serafines, potestades
báñalo, jugoso melocotón
Alníbar de nube y tiernos panes
con alas de paloma van al son
del canto del fragante ruiseñor
aliento de cerezas en el aire
Arándano lisérgico y champañas
en paracaídas caen sobre tu boca
nouvelle cousine, quien la probó lo sabe:
cañas de azúcar tañendo campanas
moflete-querubín trino de moka
derritiéndose al sol, cera que arde
No hay comentarios:
Publicar un comentario