sábado, 5 de septiembre de 2009

Tristes veneros

venero.

(De vena).


1. m. Manantial de agua.

2. m. Raya o línea horaria en los relojes de sol.

3. m. Origen y principio de donde procede algo.

4. m. Ingen. criadero (‖ agregado de sustancias inorgánicas útiles).

(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)


Punto y aparte.
Nunca creí que recibiría este cielo nublado y este frío otoñal con tanto alborozo.
Después de dos meses, o tres, sin tregua alguna.
Que caiga el chaparrón de las canciones infantiles, la lluvia amansada y benigna que con tus ojos quisiera ver.
En este café romántico y perpetuo, junto al gran ventanal por el que miramos la ancha avenida, el concurrido boulevard.
¡Cómo se mojan el pavimento, los señores con corbata,
Las damas de paraguas olvidado,
Los ladridos sin amo
Los maullidos sin gato,
Los niños y el desamparo!
A través de los ojos dañados, y de los ojos del cansancio, y de aquellos ojos míos ya perdidos, todos los ojos que tuve y no retuve, que fui dejando caer a lo largo de todos los otoños como hojas de acacia.
Somos como ayer, tan distintos…
Tan distantes las miradas al mundo siempre ajeno, sin, o casi sin posibilidad de reunión. Tan sólo en el manantial, venerable venero, origen de esta inclinación hacia ti, hay esperanza.
Ven a amansar la furia de mi instinto con tu voz musical, a pastorear el rebaño de todas mis veleidades, a cuidar y mimar, y tú misma bañarte en estos fecundos, perdidos, tristes veneros.






... y ya va haciendo frío...

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