miércoles, 29 de abril de 2009

Hoy va de tontos

(como siempre, perdon por los fallos de la tilde, que tengo un troyano metido dentro, ¡ay, que tragico y mitlologico me siento)

Por una parte tenemos al tonto de Rafael, que además de este poema escribió un libro cuyo titulo es una cita genial: Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.
Por otra parte tenemos al tonto Simón, historia que cuenta Santiago Auseron -aquí en una versión jazzistica-, el mas intelectual de los cantantes españoles, además de ser el mas atractivo según muchas, por su hoyuelo en la barbilla.
Y por ultimo los amantes de Teruel, tonta ella, tonto el.

EL TONTO DE RAFAEL
(Autorretrato burlesco)

Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!



El tonto Simón

Ya se retira el sol y los hombres acechan
sentados a la puerta del bar
Las parejas se van por la carretera
y aquí viene Simón con su extraño andar

Hola Simón, ¿dónde vas tan aprisa?
Para un poco, ¿qué quieres tomar?

Dicen que siempre cuenta la misma historia
Es lo que esperan todos, se sienten mejor

Que tu padre murió por quemar la iglesia
que tu desdicha es castigo del Señor

Eres tonto Simón
y no tienes elección
de tu cráneo repao al cero
quita esa gorra de obre
y sortea la cuestión, Simón

Vuelve a enfilar tus pasos hacia la calle
si llamas a esa puerta sale una mujer
que te ofrece alimento de vez en cuando
y da conversación si te portas bien

Hola Simón, ¿dónde vas tan aprisa?
Para un poco, ¿qué quieres comer?

Has visto el engaño en sus ojos
que ya no tienen más que decir
Los golpes ya no duelen, ¡ay Simón
si pusieras tu cuerpo en acción!

Vale más que te largues fuera del pueblo
resucita tu oración y no pienses mal
Tendrás allí el aliento de los luceros
y tal vez el calor de algún animal
Eres tonto Simón
y no tienes elección
de tu cráneo repao al cero
quita esa gorra de obrero

y sortea la cuestión
Simón


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