martes, 14 de abril de 2009

Un hombre enamorado de un portal.

(Perdonad la ausencia de tilde, mi portatil, Queritadora Amigatil, anda revolucionada con la primavera en estos dias)



Hace un año que cerre el manicomio.
Esta cancion de Jorge Drexler me ha acompañado en el recuerdo de aquel torrido romance que mantuve con Libro de Arena, vampirico portal al que quise tanto.
Banda sonora de aquellas horas.

No queríamos dormir
nos queríamos comer el mundo
No podíamos dejar de estar a solas ni un segundo
Ida y vuelta de la cama
a la alfombra voladora
nos bastaba con dejar pasar
dejar pasar las horas

Horas, horas,
colgados como dos computadoras
Horas, horas,
meta echar carbón en la locomotora

Recorriendo aquel edén
de sólo dos metros cuadrados
¿Que será de aquel colchón, de aquel colchón tan maltratado?
Allá íbamos tu y yo
llevados por el remolino
nos dejábamos caer, caer,
caer hacia el destino
Durante horas, horas,
colgados como dos computadoras
Horas, horas,
meta echar carbón en la locomotora

No queríamos dormir
nos queríamos comer a besos
No queríamos dejar de cometer ni un solo exceso
Nos venía a saludar en el balcón la luna llena
Nos bastaba con dejar morir
dejar morir la pena

Horas, horas,
colgados como dos computadoras
Horas, horas,
meta echar carbón en la locomotora

No hay comentarios: