sábado, 20 de noviembre de 2010

La Divina Comida

Cartel diseñado por nuestra querida Gabs

Ayer celebramos La Divina Comida, ágape que cinco compañeros de universidad organizamos para sorprender y agasajar al resto.
Ya hablé de ello en Septiembre, en aquel post sobre Keats: a la salida del cine nos fuimos de cañas y entre trago de cerveza y tapa de serrano fuimos jugando a convertir la obra literaria o cinematográfica en algo físicamente comestible.
Otro ejercicio de alquimista más, a los que soy tan aficionado.
Convertir el barro en oro, ¿no es como hacer de la harina el pan?
ajñlfnpañnfnañ
o
casa lirón matraca en cómo lisonjero consuegra miro mía ornitorrinco
es decir, la letra, la palabra, el fonema, la entonación, ¿no son materia sin sentido que el alquimista reorganizará seleccionando para crear algo como... ?


Pensaban que estaba ocioso
en sus prisiones estrechas,
y nunca estarlo ha podido
quien firme al pie de la brecha,
en guerra desesperada
contra sí mismo pelea.


Pensaban que estaba solo,
y no lo estuvo jamás
el forjador de fantasmas,
que ve siempre en lo real
lo falso, y en sus visiones
la imagen de la verdad.

(Rosalía de Castro)


La palabra, la letra aslada que la poeta aquí transmuta en metal precioso.
Aunque yo, sin embargo, admiro a los alquimistas que hacen del sonido melodía:


Es necesario el fuego, llámalo pasión.
Hay alquimistas que unen sus talentos para crear algo grande, inmenso y bello. Se junta la voz del flamenco con el piano del jazz, el ritmo del son, la letra dolida, la melodía como un sollozo y surge este oro que publico en el blog de La Belleza.
Eso sí, quien se atreve a la alquimia se arriesga al fracaso, tentativa tras tentativa algo puede hacerse, y hasta es posible que nunca se encuentre aquello que se busca. Pero caminante no hay camino, se hace camino al andar que dijo otro poeta que sí encontró el oro de su poesía, prueba de ello son su último verso:

Estos días azules y este sol de la infancia.
(Antonio Machado)
Y hay también, en mi opinión, mucha riqueza en el intento. En el mero hecho de sentarse -o encaminarse- a estudiar y a ensayar, a ensoñar, ya se intuye el oro, como si se derramara.
Pero volvamos al principio, que uno como tonto camina y camina y acabada la linde sigue caminando.
Estábamos, digo, bebiendo cañas y azuzando a los perros del ingenio para que ladraran platos sonoramente literarios.
Así surgieron El pavo en llamas, Miré los quesos de la patria mía y demás estimulantes gástricointelectuales.
Ayer pasamos la tarde dándole a los fogones, con el placer que da cocinar para los amigos, sin responsabilidad laboral alguna, que al igual que el jefe te puede amonestar severamente el amigo suele ser condescendiente y agradecido.
El pan Pan Quijote de la Mancha y El Bizcocho demediado fueron artesanos, que para eso había una panadera-editora entre los cinco. Si es que los alquimistas de hoy somos así: polifacéticos, polimorfos, polifónicos, políglotas, polizontes, polillas, politicofóbicos, polietcéteras.
Como todos los cocineros, soy algo vanidosillo, pero eso no quita para aceptar que El Bizcocho Demediado fue lo más rico que se comió ayer. Bueno, en mi opinión.
Otros alababan las cocochas. Apuntamos muy alegremente lo de Las alegres cocochas de Windsor. ¿Dónde encuentro yo ahora las cocotxas? Me preguntaba.
El pasado Miércoles las encontré antes del cierre en un pequeño mercado que hay en Aluche, en la calle Seseña, en una tienda de congelados. Con el tendero compartí impresiones sobre las caras, suntuosas y sustanciosas cocochas.
-¿De merluza o de bacalao?
-De merluza, prefiero las de bacalao, pero a la gente le gusta más las de merluza.
-Se venden más las de merluza, pero a mí también me gustan más las de bacalao, son más gelatinosas, tienen más sabor.
Ya hice mi elogio a la kokotxa en este otro post a ritmo de swing, receta incluida.
Fuimos aplaudidos, aunque me dejó mal sabor de boca el fallo en los 20 granitos de arroz y un orejón desmenuzado, el arroz se me pasó y el dulzor no tuvo su punto. Además, que dejé al anfitrión la olla medio requemada.
La culpa la tiene el Neruda, que seguro que se vengó por hacer de su obra más dulzona un jocoso postre.
Y con esto y un bizcocho (demediado) hasta el siguiente post tocho.
Que el espíritu de la golosina os bendiga.


Coda

8 comentarios:

La sobrina aún no recocida por Vila-Matas dijo...

Me abstengo de preguntar en qué consiste la parte del menú que no sé qué contiene... o no me abstengo... nos puede relatar en qué consiste cada una de las partes del menú?

Gracias.

Anécdota: me preguntan esta mañana por una gasolinera próxima. DOy las indicaciones y cuando termino y parece el señor haber comprendido, le doy las gracias...

La sobri dijo...

la musica fantástica...

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Vayamos por partes:
-El pulpo es a la vinagreta, con verduritas como pimientos y cebolla y también cangrejo.
-La coliflor es a la romana -rebozada- con salsa rosa y un palo pinchao pa que parezca un asesinato.
-Los quesos: varios, de la patria nuestra.
-Cocochas: mirar el post enlazado, simples ingredientes y lenta elaboración.
Estos entrantes, menos los quesos -que fueron servidos en bandeja- fueron servidos en minivasijillas individuales, de estas finolis que están ahora de moda.
La ensalada tropical es una ensalada con base de lechugas variadas y encima tomates, palos de cangrejo y frutas del trópico como la piña o ananás y mango y fruta de la pasión y no recuerdo qué más. Con salsa rosa, todo muy picadito. Para decorar, langostinos a los que no se les ha quitado ni la cola ni la cabeza.
-El pavo era rotti con salsa dulce de manzana y verduras. La llama fue realizada ante el respetable con chorro de brandy y fuego, con las luces apagadas.
-El arroz, un arroz con leche con orejones navideños picados.
-El pan y el bizcocho, que era un panettone, es obra de la compañera artesana.
Faltaron platos que se incluirán en una segunda Divina Comida, como:
-Ensalada verde que te quiero verde.
-Calabacín el aventurero.
-Las uvas de la ira.
-Escalope de la vega.
Y más.
Esa anécdota que usted nos cuenta me ha sucedido a mí a menudo, sobre todo cuando trabajaba cara al público, como camarero o cocinero de barra, acostumbrado a decir gracias a todo lo que se meneaba, cuando me encontraba con algún vecino y me decía: buenos días, yo le respondía: gracias.
Y también me sucede que doy las gracias a quien debería dármelas a mí.
El insodable inconsciente...
Gracias.

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Me olvidaba:
Además de langostinos, la ensalada también fue decorada con aguacate en tiras, al que se le añadió limón para que no se oxidara.
El pavo fue acompañado con patatas a lo pobre.
Turroncete y cortadillo:
turrones variados y café.
Olé.
Gracias.

Don Hirsuto dijo...

Sruoy elgñ gato
mmmmmmmiau

Gabs dijo...

Mi pequeño ser, ¡¡qué currada de cena, sí señor!! a sus pies estoy, ¡plas, plas y plas! (aplaudo) ;D

Ya sabes que lo q más me gustó fue la roquiflower con la salsa rosa (mmh, brutal!) y esa ensalada de trópico de cáncer que voy a repetir yo pa la mia famiiilia (leer con voz de Il Padrino) en Noxegüena, por q me pareció ideal de la mort!

En general, nos sorprendisteis gratamente, ¡¡por muchas veces más!!

un besote, Príncipe de mis entretelas!! ;)

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Bueno, Gabs, habrá una segunda Divina Comida, esto tenlo por seguro, con Calabacín el aventurero y Las uvas de la ira, ¡oh, uvas iriae!
La ensalada trópico de cáncer siempre sale rica, por esa mezcla del marisco con la fruta, además de la salsa, así que te deseo que el patrono de los cocineros, San Juan Palomo -yo me lo guiso, yo me lo como-, sea contigo esa noche.
Mis bendiciones.

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

A Don Hirsuto:
http://www.youtube.com/watch?v=HL-73yRzasM