jueves, 29 de diciembre de 2011

De apocalipsis, hipocondrias, reyes tocayos y enanos lectores y puteros.



Nunca olvides qué eres porque desde luego el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil.
(Tyrion Lannister)
Apocalíptico estáis: es que me aburro.
Según el calendario azteca -o mejor dicho sus intérpretes-, dentro de un año ya habrá sucedido todo. Es lo que Fernando Arrabal, para regocijo de televidentes o videntes a secas, llamaba el "mineralismo", versión beoda del milenarismo.
Desde que tengo uso de razón, el mundo ya se ha acabado unas cuantas veces, recordemos el miedo que nos metieron con los ángeles de Paiporta en los noventa.
El otro día me liaba yo unos cigarrillos mientras veía el capítulo segundo de la serie Juego de Tronos, cuando puse cualquier canal y me econtré a Iker Jiménez -del que dicen que tengo un cierto aire, y eso sí que es personalmente apocalíptico- hablando de unos extraterrestres que allá por los sesenta vinieron a sembrar el terror cerca de Aluche, con un símbolo similar al de los Héroes del Silencio como estandarte. El histerismo hizo que algunos llegaran al suicidio, tirándose a las vías del tren.
Años después, nacería yo, con mi pañuelo de Héroes agitándose por los garitos más rockeros de Argüelles y mi camiseta de los mismos, una reliquia que sólo uso en grandes ocasiones. En ocasiones se lo ponen otras. Rota y desteñida, queda muy sexy como única prenda.
¿Jugamos a las prendas?
Quítate el vestido, me quito un calcetín.
Desde que el mundo es mundo, siempre hemos tenido promesas de apocalipsis para el canguelo colectivo.
Yo, con resaca, me siento apocalíptico. Ayer no es que me pasara con las cañas, es que a un amigo y a mí nos dio por filosofar y me econtré con un gin tonic como aperitivo a otras rondas de cañas.
Luego llegué a casa y me entró el misticismo de los borrachos, me peleé con los santos de mi santuario y alquien puso en el facebook a Little Tony (link)y me emocioné y me acordé de tí y después ya era de día y me dolía mucho la cabeza y tenía palpitaciones. No hay nada que el ibuprofeno no solucione.
Hoy, último día de vacaciones, mañana vuelta al tajo.

Daenerys, de la sangre del dragón
Tan apocalíptico me encuentro últimamente que, habiendo levantado hace una hora un mueble de estos de ikea, y minutos después habiendo sentido picor en la mano izquierda, he pensado en que me estaba entrando una parálisis de esas que van enfriando poco a poco el cuerpo, así que no me ha quedado más remedio que ponerme a escribirte aquí, y ya parece que se va solucionando.
Mi carta astral tiene la culpa, dicen que si tienes la bonita conjunción de Venus con Neptuno, o eres hipocondriaco, o eres afortunado en amores, y yo, siendo en amores desafortunado, no me queda más que la hipocondria, que con la resaca se acentúa. Úlitmamente se ha estado paseando Venus sobre mi signo, Piscis, con lo que mi actividad social se ha expandido, a la vez que la hipocondria.
La culpa, según Hugo Chávez, viene de los Estados Unidos, que nos inyectan cosas muy malas en el cuerpo y en la mente. Habrá que ver qué dice Masa Enfurecida en torno a esto, que yo me entero de las noticias leyéndoles.
Qué depresión me entra la vigilia del primer día de trabajo, después de una semanita de diversiones y lecturas.
Tyrion, afilando su mejor arma.

Hoy es el día de mi santo, día del Rey David. No hay ningún David santo, somos bastante lascivos -si no lean el Antíguo Testamento-, pero somos muy buenazos y queridos. Yo habitualmente releo sus salmos.
Leer La Biblia es como leer historia, pero pasan cosas míticas y mágicas, como en Juego de Tronos. Algunos personajes no desentonarían en estas crónicas.
A mí, quien me tiene fascinado es el personaje Tyrion Lannister -Peter Dinklage en la serie-, enano lector insomne y putero voraz, pendenciero, astuto, con la virtud de la franqueza más mordaz y bufa. No sé si fue su intención, pero al autor, George R.R. Martin, le salió el personaje shakesperiano. Recuerda al bufón del Rey Lear, uno de los personajes literarios más logrados.
-Usted sí que está hecho un personaje.
-De novelita rosa, urdangarina de mi corazón.
Tiene la saga personajes atractivos, como la niña Arya, que recuerda a aquella George de Enyd Blyton, o Daenerys, interpretada en la serie por Emilia Clarke, capaz de despertar al dragón que todos llevamos dentro.
Sin embargo, leo siempre con más interés los capítulos dedicados al Gnomo, y espero con ansia que llegue el momento de sus páginas.
¿Por qué lee Tyrion? Porque sabe que la mente es su única arma. Y la usa. De qué manera. Merece la alegría leer estos libros por este personaje.
Dice que no puede morir, porque entonces, ¿qué van a hacer sin él las rameras de todo el reino?
En la bitácora de nuestro rijoso marqués tenemos un pequeño homenaje a Tyrion (link)

Coda.

Dafne y ensueños, así se titula un libro de Gonzalo Torrente Ballester. Un título así da envidia.
Sin embargo, este año que llega, 2012, será el año en que leamos por fin La saga /fuga de J.B. El otro día acepté el reto, con mucho gusto, y más después de ver lo que dijo el señor censor después de leer la obra:

«De todos los disparates que el lector que suscribe ha leído en este mundo, éste es el peor. Totalmente imposible de entender, la acción pasa en un pueblo imaginario, Castroforte del Baralla, donde hay lampreas, un cuerpo Santo que apareció en el agua, y una serie de locos que dicen muchos disparates. De cuando en cuando, alguna cosa sexual, casi siempre tan disparatada como el resto, y alguna palabrota para seguir la actual corriente literaria.

Este libro no merece ni la denegación ni la aprobación. La denegación no encontraría justificación, y la aprobación sería demasiado honor para tanto cretinismo e insensatez. Se propone se aplique el SILENCIO ADMINISTRATIVO.»

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