viernes, 23 de abril de 2010

Alicia de Burton



Alicia en el País de las Maravillas

Calificación: sobresaliente.
Vale que tiene algún fallo, como ese ataque de moralina que le entra a Alicia cuando vuelve del submundo a la realidad, y se pasea entre los invitados a la boda para amonestarles sin más.
Sin embargo, con esto del 3D, fue una maravillosa fiesta sensorial. Fui a verla muy bien acompañado, con una hermana que adopté en León este verano, nos dimos el placer de las palomitas y la pepsi. Muy guapa estaba la legión con las horteras gafas que hacen que sintamos que estamos todos en el submundo. Algunos, yo entre ellos, hicimos el gili alargando la mano para cazar mariposas.
Fue emocionante estar en una inglaterra victoriana, que podías palpar a los personajes. Y luego tanto freaky suelto, tanto bicho raro por doquier...
Yo pensaba que era una adaptación de la Alicia de Carroll, pero no es tal, es como una libre continuación, recuerda aquel Hook de Spielberg en el que Peter Pan regrasa a Nunca Jamás.
Todos, dentro de la película, se preguntaban lo que yo: ¿es, o no es Alicia?
Me ha gustado la actriz protagonista, Mia Wasikowska, y aunque mi opinión no sea compartida, tanto Johnny Depp, Anne Hathaway y Helena Bonham Carter, a la que su marido Tim Burton le gusta malear para su estética feísta, siempre.
No entiendo a la gente, pero para gustos los colores. Muchos dicen que mi Helena Bonham Carter es fea como un pie, a mí sin embargo me parece una de las actrices más atractivas que el cine de época ha acogido para dar vida a sus heroínas. ¿Es que nadie ha visto Una habitación con vistas, o Regreso a Howards End? Vean, si acaso, Las alas de la paloma, basada en el relato de Henry James, y les puedo asegurar que la desearán carnalmente.
Hablando de carnalidades, menudo el juego que se trae Tim Burton con el traje de Alicia, que si se lo quita y se lo pone, se lo extiende y se lo contrae. No para los ojos del público -recordemos que Disney, pese a todo, es factoría puritana-, pero sí para la gracia del guión: el Sombrerero Loco sorprendiendo a una desnudita y pequeña Alicia dentro de su sombrero; Alicia gigantona tras los matorrales, en los jardines de la Reina Roja, donde ésta y todos los invitados se acercan para ver quien es esa intrusa sin ropa. ¿Por qué estás desnuda? -le pregunta la reina. Por que últimamente estoy creciendo demasiado -contesta Alicia. O esas hermanas gemelas a las que la propia Alicia espia bañándose en el estanque...
Lo mejor, sin duda, es la recreación del gato de Cheshire, he leído por ahí que muchos están de acuerdo conmigo.

Queremos tanto a Alicia

Alicias y piterpanes me sujetan en cada salto que doy hacia el futuro, evitando que caiga en ese abismo que es fosa común, que se supone que es deber para el vacío instituído como norma.
Para encontrar utopías, sin embargo, hay que aceptar su parte de pesadilla, locura y absurdo; pero en estas ficciones que son como parábolas hay al menos la suficiente anarquía como para vivir como hombres y mujeres libres.
Queremos tanto a Alicia porque detestamos las normas, y no hay mejor manera de mostrar nuestro desprecio que reirnos de ellas en meriendas de locos.
La vida, digo, es un juego donde parodiar la propia vida.

Tres relatos.

Las mayores críticas que he leído sobre la Alicia de Burton vienen por su matrimonio con la factoría Disney.
Sin embargo mi crítica es positiva, personalmente la colaboración Burton-Disney me ha parecido fructífera. Han dado a luz una gran película.
Admiro a Burton, aunque no le siga fielmente, desde aquel Beetlejuice hasta lo último que ví de él, Charlie y la fábrica de chocolate. Me recuerda al cineasta francés Jean-Pierre Jeunet, sus películas son como dosis de droga que se mantiene en la sangre durante horas, queda esa distorsión de la realidad. ¿Qué necesidad hay de fumar porros cuando hay directores que son como camellos?
Disney es una fábrica de pesadillas, un Dumbo de orejas grandes del que todos se ríen, un Golfo de La Dama y el Vagabundo amenazado por la perrera como en un relato de Kafka, Bambi que tan pequeño queda huérfano ... Los cuentos, los buenos cuentos, no están exentos de sadismo. Preparan a los niños para ser adultos llenos de terrores y complejos, pero también seres imaginativos. Y la imaginación es lanza y escudo para el mundo.
Son tres los reltatos que Disney adaptó que aquí interesan:
-La Alicia de Carroll.
-El Peter Pan de Barrie.
-El Pinocho de Collodi.
Son tres parábolas sobre la condición humana, que más que ir dirigidas a los niños reflejan el alma y sus tribulaciones. Con un idioma que puedan entender los niños, los que tienen nueve años y los que todos los adultos llevamos de la mano día a día. A no ser que los hayamos asesinado porque alguien nos vendió la milonga de que había que madurar. entonces no valen cuentos, no vale construír fábulas para interpretar el mundo, ni vale tampoco hacer crítica y análisis. Entonces sólo vale ser animales de carga que una vez usados vayan a la fosa común. Puro ganado o masa, como dijera Ortega.
Mi amiga Hilvanes sabrá mejor que yo hablar de la Alicia de Carroll, es una de sus principales admiradoras y defensoras. Ella misma, un día, quitó el televisor y puso el libro en su lugar, durante un tiempo. Un tipo como Lewis Carroll, pastor anglicano, matemático y fabulador, es un ideal que hay que seguir en su genial visión de la socieadad en que vivía, parodiándola a base de la perfección inteligente de la lógica, tan abusurda. Eso de que una niña se pierda y esté amenazada de muerte por una reina histérica, y que sea ayudada por simpáticos dementes no es un cuento para niños, es imagen alegórica de lo que la vida es.
Peter Pan es doloroso, es triste ver a un hombre que queriendo crecer no puede. Pero Peter Pan es parábola salvífica, porque Peter Pan no crece porque no le da la gana, se niega a madurar. En Nunca Jamás vivirán todos los que aceptan esta condición, sin dolor y sin complejos.
Pinocho es mi peli de Disney preferida, la que más me gusta. El niño de madera que quiere ganarse un alma. ¿No es una hermosa fábula sobre el ser que busca una identidad? Y todo lo que le sucede, la de muros que el muñeco encuentra para llegar a su destino. Cuando va a la escuela y se encuentra todas esas malas compañías que le llevan a lugares de pesadilla donde hay otros niños, ciudad de niños perdidos... A la espera perpétua del beso del hada madrina que te conceda tu integridad, tu autenticidad, un alma propia.

5 comentarios:

Hilvanes dijo...

"Sería como decir que da lo mismo
afirmar que `me gusta cuanto tengo'
que `tengo cuanto me gusta'". El sombrerero loco.

La verdadera Alicia entretege matemáticas, es lógica simbólica, un avance de los silogismos de Aristóteles, ...y misterios sin resolver, tanto o más que Dublinesca.

Hay infinidad de acertijos que no se desvelan a lo largo del viaje a las Maravillas.

El sombrero loco y sus colegas del té donde siempre son las 6 de la tarde ... qué finalidad tiene parar el tiempo? Todos los humanos queremos, en algún momento de la vida, que deje de avanzar...no?

Carroll ya aplicó en su Alicia la teoría luego desarrollada en el Increible caso de Jeremy Button.

Los cambios de estatura de Alicia han sido vistos como ejemplo de ilustración de la expansión del universo...

Plutarco ya se preguntó que pasaría si uno cayera por una agujero que cayera al centro de la tierra...

Esto sería un no parar...que me pareeeeeeeeennnnnnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Ji, ji, ji... ¡por mí puede seguir escribiendo, que no la voy a parar!
Da gusto, cuente lo que quiera, y más, si es que el más puede dar más de lo que lleva.
Todo lo que sea que usted me cuente sobre la gran obra de Lewis Carroll será bien acogido.

Gabs dijo...

A sus pies, príncipe :)
Ayer justo fui a ver Alicia en el País de las Maravillas en 3D y he decir que salí encantada. Si bien tienes mucha razón en aquello del exceso de moralina cuando Alicia sale del agujero y reprende a todos los petardos de la pijifiesta.
El mensaje final, aunque muy radical y diferente para ser de la factoría Disney (pensemos en una cenicienta, o en una blancanieves, cuya vida dependía de un hombre, príncipe para mas señas, para solucionar sus problemas y para ser requetejapi de la laif), me congratula (eso de que ella es libre y pasa 3kilos de casarse con un mendrugo de digestiones difíciles con cara de besugo), ahí es cuando más se ve que es una versión del libro de Carroll.
La estética de Burton, como siempre, me chifla, y su señora esposa como reina cabezona está espectacular ;)
besotessss, mua!

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

A mí también, Gabs, me gustó ese final. Y en ese final, con el 3D, la escena del puerto con los barquitos me parece fascinante.
Mientras me liaba unos cigarrillos en la cocina, esta noche, oyendo la tertulia de Carlos Ansina en Onda cero, casi me caigo de la risa cuando hablaban en plan más o menos serio sobre la existencia de vida ultraterrena. Creo que ha sido el escritor David Gistau el que ha comentado, sobre el tema: "pero bueno, si voy por la calle, ¿he de ponerme unas gafas de esas para ver a los extraterrestres? Como en Avatar, digo, es que lo mismo los extraterrestres están en dos dimensiones y hay que ponerse gafas para verlos..."

Manicomio dijo...

Nos, de mayores, queremos ser tertulianos para decir cosas así.