¿Qué motivos llevaron a este príncipe destronado a escribir un post de tan altos vuelos?
La vanidad, además de una necesidad perentoria de expresar sus arrebatos de orate.
¿Fue la admiración lo que le motivó a escribir este homenaje, o acaso fue el recochineo lo que le hizo recochinearse escribiendo sus recochinadas?
Fue la admiración, el recochineo es obra de la impericia, ya que este escritorzuelo de barrio no sabe ser literariamente serio.
¿Cuántos meses de lectura -ingesta de alcoholes irlandeses- ha necesitado para tal homenaje -vomitona-?
Siete meses.
¿Habrá premio tras la lectura total de la obra magna -habrá resaca-?
Viajará a Dublín vestido de plañidera trágico-helénica para llorar ante la tumba del genio literario del siglo XX. Las lágrimas lograrán traspasar la dura materia de la sepultura y despertarán de su sueño ancestral a nuestro maestro, nuestro tío, nuestro padrino.
¿Qué hará una vez que el viejo autor de tantas páginas nuevas se incorpore de su lecho de paz?
Llevarle a un descampado y pedirle, entre lágrimas, llamándole padre, explicaciones. Dirá: ¿por qué lo hiciste, oh, Padre? Le declarará que él es su Telémaco, para él solito.
Enumere los puntos del itinerario para un resucitado.
Como de Irlanda este mequetrefe sólo conoce los pubs irlandeses que en Madrid hay y las músicas celtas que aquí llegan vendrán a pasearse por estos castizos barrios. Aluche es como Dublín: una población llena de ociosos sin nada mejor que hacer que ser personajes de una novela de James Joyce. ¿Puntos para un itinerario? Los mismos que son descritos en el Ulises: viviendas, comercios, casas de comidas, bibliotecas, bares, luegares de lumpen, burdeles, y a falta de playa tenemos la barriada de Puerto Chico que está frente al Arroyo Luche, donde los viejos verdes también se tocan la sardinilla mirando a las mozas que van allí a pasar la tarde, como usted, tío, perdón, como su Ulises, es decir, su Leopoldo. Aunque también dice la crítica que el mismísimo Stephen Dedalus hace otro tanto en uno de los capítulos primeros. Páginas y páginas de bibliografía, de discusiones sobre si lo que hace nuestro joven y brillante personaje es o no es un... una... mejor será no meneallo. A eso se dedica la crítica literaria, a discutir sobre las pajillas de los personajes literarios, a eso y no a medir versos y escrutar metáforas, que es lo que deberían hacer, falta de vergüenza... Otro punto del itinerario en Ulises es el periódico donde trabaja Bloom, y como este virgilio que le mostrará a su tío los avernos y purgatorios -para el paraíso se travestirá de Beatrice, hasta tiene pensado cambiarse de sexo sólo por la dicha de sentirse deseada por este Dante dublinés- de Madrid no conoce ninguna redacción le llevará a la cocina donde currela, donde le preparará una sopita de pescado y unos huevos rellenos a la abuelita alicia. "Si se me lo come todo, de postre, un yogurth, que viene muy bien para regular la flora intestinal, que a usted, tío, es una cuestión que le interesa mucho, según nos da a entender en su obra, legado para la literatura contemporánea".
Enumere los ingreientes y explique la elaboración del plato Huevos Rellenos a la Abuelita Alicia.
Para tres comilones o cuatro comensales.
Ingredientes:
-Una docena de huevos que serán hervidos con su buena pizca de sal, que luego una vez cocidos -ocho, diez, doce minutos- serán partidos por la mitad. A esas mitades se les sacará la yema, y la mitad de esa mitad se reservará y si fuese la cocinera o el cocinero golosa o goloso o avarienta o avariento se comerá la mitad sobrante que no es la mitad que se reservará para hacer el mejunge con el...
-Tomate frito. Y el ...
-Atún que será desmigado, ¿cantidad? tres latitas de esas que vienen en un pack de tres, o similar cantidad, en seco, separado de su conservador aceite o escabeche, que junto con la yema de huevo machacada y el tomate frito -según gusto, cien gramos, doscientos ...- harán la deliciosa masa del huevo relleno, pues es llamado así porque serán rellanadas las claras por su cuenco con tal masa, relleno, mejunge; y siendos estas mitades, estas claras, ya rellenadas con una cucharilla serán puestas en una fuente de horno, boca abajo, con la parte rellena en la bandeja y la no rellena, clara pura, al aire, sobre la que se echará la bechamel posteriormente, pero existe una variación que podrá el cocinero o cocinera probar, como yo probé a hacer ayer Domingo en el trabajo, que es añadir a la bandeja, antes de posar los huevos, tomate frito, que en conjunción con la bechamel al ser gratinado todo saldrá sin duda más jugoso el plato, por la suavidad doble de la unión del tomate con la bechamel, que llevará:
-Harina, unos cincuenta gramos, que será rehogada con...
-Mantequilla o aceite de oliva o trocito de mantequilla más chorro de aceite como hago yo porque así me gusta más la bechamel y una vez hecha la roux alquímica de la grasa y el cereal se echará poco a poco, batiendo con una varilla ...
-Leche, un litro, y luego será salpimentada la bechamel según se va haciendo con...
-Sal, nuez moscada, pimienta, tres pizcas de sal, dos de nuez moscada, una de pimienta, mejor blanca que negra, y por favor no esnifar la pimienta como hizo una vez un compañero de trabajo que por hacerse el gracioso y el machote esnifose una pizquilla de pimienta y pasose la tarde entera estornudando así que el colocón fue similar a los colocones que me cojo yo por primavera cuando esnifo involuntariamente los pólenes de gramíneas, olivo y plátano de sombra a los que soy alérgico, mejor la pimienta para cocinar la bechamel tan sólo, bechamel a la que se espolvoreará una vez terminada y vertida sobre la fuente de horno ...
-Formaggio grattugiato, españolamente conocido como queso rallado, y así espolvoreado será metido al horno precalentado diez minutos antes a unos doscientos grados o según quiera el dueño del horno que seguramente sabrá usarlo mejor que yo porque cada horno es un mundo y según la marca el horno funciona de tal manera o de otra, porque unos tienen aire -eolo para usted, tio Jaime, y para los homéricos- y otros tienen gratén o gratín y patatín patatán en diez minutos más o menos estará. Tiempo en el que ustedes pueden meterse en el blog Literaturitis Crónica para edificar sus intelectos y purificar sus ánimas impuras curioseando las últimas actualizaciones.
Servir tres o cuatro mitades, claro que si ustedes son como yo, de pantagruélicas hambres, mejor será que en vez de una docena le echen más huevos a la cosa. Y cuidadín, no se les quemen, los huevos.
¿Por qué es llamado este plato Huevos Rellenos a la Abuelita Alicia?
La Abuelita Alicia es una casa de comidas en el barrio de Prosperidad, donde este escritorzuelo glotón comía a veces, pues su hermana, cuñado y sobrino vivían allá, y cierto es que siendo comida casera había hallazgos como en la prosa del buen escritor que escribe tradicionalmente te saca una metáfora nueva, novísima, y dices: "esto yo no lo había probado antes, y es que así aprendemos los cocineros y escritores, comiendo y leyendo". Pues resulta que allí degustó un día una ración de huevos rellenos con bechamel y se dijo: "esto no se puede perder en el vacío del olvido del estómago vacío cuando la digestión se haga, no, hay una memoria culinaria como decía el gran gastrónomo que era el poeta y escritor y creador del gran Pepe Carvalho, Manuel Vázquez Montalbán".
¿Qué dijeron los chavales residentes que tal plato comieron ayer Domingo?
Se lo comieron todo sin rechistar, que normalmente rechistan, y hasta el más malote de todos se me puso a la puerta de la cocina para echarse una charla con el cocinaka cicerone de don Jaime.
¿Para qué tipos de comensal ha trabajado el cocinerobloguero?
Para familias, noctívagos, grupos de amgios, solitarios, trabajadores, pijos famosos, pijos cocainómanos, pijos a secas, escritores -Camilo José Cela, para el que sazonó y metíó en papillotte una merluza-, turistas, refugiados, pacientes aquejados de daño cerebral, abuelos, infantes, delincuentes juveniles y actualmente para juventud sin medios.
¿Algún colectivo social para el que quisiera ofrecer los frutos de su trabajo en un futuro?
Si hubiese en el gremio esta categoría sería cocinero de burdel, joyceano y vanguardista: el sobrino vanguardias, cocinero ilustrado.
Por último, ¿tarda tanto este lector en leer novelas, siempre alrededor de siete meses?
Sólo sucediole en la adolescencia, con catorce, quince años, con la lectura de Caballo de Troya I, de Juan José Benítez.
Homérico título, ¿vanguardista, también?
Si a la trama en la que un militar que se va en un platillo volante a la Galilea del siglo I d.C. a ver a Jesús de Nazaret para hablar de asuntos que trascienden a lo humano y lo divino, si a esto, digo, se le adereza con páginas y páginas de descripciones tecnológicas, si esto, digo, no es vanguardia, me lo expliquen, digo.
Aquí el tío Vanguardias resucitado, petrificado después de leer este post escrito por su sobrino dilecto |
4 comentarios:
Usted, para escribir el post... en qué condiciones psicológica se encontraba??? Aturdido a causa de esa insigne obra ???
TEndré que pasar de segunda por este post, porque no he sido capaz de terminar su lectura... pero porque me requieren mis papeles... no por el contenido del post... todo el contrario...
Volveré y comentaré...
Eso sí, sus comentarios tenían que adjuntarlo en las próximas ediciones del Ulises...
Terminada la lectura de su nota número III a la obra cumbre del siglo XX, obra joiciana, por cierto, esa receta de los huevos, no es una receta normal de huevos rellenos? Yo de pequeña comía con frecuencia sobretodo en verano huevos cocidos con tomate que consiste en huevos cocidos partidos por la mitad y metidos en una salsa de tomate, caserita con su cebolla y todo. Al comerlos, se hacen trozos, yo acostumbraba a estriparlos con el tenedor y al mezclar con el tomate se hacía una especie de pasta que estaba de rechupete...
...a todo esto, he olvidado a qué había venido aquí...
A sus pies ...
Mi querida Hilvanes:
Tengo por costumbre, cuando un libro me ha gustado especialmente, besar el lomo o solapas con devoto ruido.
Dejé el último apartado -unas nueve páginas- para después de la cena -tenía un aguacate desde hace semanas y para darle uso he preparado una completita ensalada de arroz, el aguacate está mejor maduro, así pierde esa sosez y amargor que le son propios-, y finalizada la lectura no he podido evitar el darle al tomo un sonoro y profundo beso tal como el que da Lodpold Bloom en las nalgas de su adúltera esposa en el capítulo penúltimo. Y he dicho, amoroso:
-Que malo eres, cabrón.
En sucesivos posts iré comentando la obra, entre otros tílulos:
-Razones para no leer el Ulises.
-Razones para leer el Ulises.
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Los huevos rellenos, fresquitos, son un clasicazo de las comidas veraniegas, a mí me encantan. Pero con bechamel resultaban para mí un plato nuevo.
Los huevos como usted dice los conozco, y en alguna residencia de ancianos los hemos preparado tal como usted dice: fáciles y ricos.
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En el hiper de debajo de casa no tenían más que un tipo de cerveza negra, alemana, que ya conozco y aprecio pero no para una ocasión como la de hoy.
Así que he comparado una cerveza española, auténtica, de calidad, ya tendré ocasión de brindar con guiness negra por el Ulises.
Hoy en la cena he brindado con esta cerveza con quien conmigo vive, él con zumo de mandarina.
Por lo demás, continuaré paladeando cerveza mientras pienso en estos inolvidables Leopold y Stephen, enamorado eso sí de esa mujer carnal, maravilloso, que es Molly Bloom. Sí.
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