martes, 28 de diciembre de 2010

Rutinas navideñas (III) La inocentada de todos los días.


Tres magos de oriente, hechos los horóscopos, fueron siguiendo la estrella guía hacia el lugar donde había de nacer el mesías anunciado por los profetas.
Herodes el Grande les invitó a palacio y preguntó el motivo de su pasada por los caminos de su reino, y siendo informado, celoso quizá porque no era él el mesías anunciado o miedoso porque el nuevo rey le arrebatara el poder, aviesas sus intenciones, les dijo que cuando le encontraran se lo hicieran saber para ir él también a adorarle.
Un ángel en sueños andad con cuidado dijoles.
Pasando de largo largaron a oriente los magos.
Furioso el rey Grande matar ordenó a infantes infanticida.
Soldadesca dantesca mató exterminó tiernos brotes de futuros frutos.

"Una voz se oyó en Ramá, llanto y gran lamentación: era Raquel que lloraba sus hijos, y no quería ser consolada, pues ya no existen" (Mt 2,16-18).


Cantó así el profeta Jeremías, predijo, y escrito así según Mateo santo evangelista.
Luego alguien tuvo la idea guasona de celebrar el día haciendo putaditas al prójimo. Hasta los medios, sobre todo en fútbol, lanzan graciosidades varias.
Yo mismo he sido víctima y verdugo en tal día, Herodes o niño, según.
A buen seguro, Herodes sufría de paranoia, cientos de pequeños eran regicidas en potencia.
Luego tuvo tres hijos llamados igualmente Herodes, uno de los cuales, Herodes Antipas, le salió lujurioso, ya que la hija de su esposa que era la esposa de su hermano la esposa no la hija le hizo un día un streaptease bailón enseñole el culete y Antipas se puso cardiaco y dijo a la chica oye pide lo que quieras que te lo doy la mitad de mi reino y ella aconsejada por la maliciosa madre osea la esposa de Antipas osea que era su padrastro le dijo la cabeza de Juan que bautizaba y decía las verdades oye tú Antipas no puedes estar casado con la esposa de tu hermano.
Y eso, a Herodías, no le gustaba, pues no le gustaba Herodes el hermano de Herodes y no confundir con Herodes pues el padre Herodes tuvo tres heroditos.
La de prensa rosa que se vendería y especiales Sálvame deluxe se harían hoy en torno al escándalo de los herodes y la Herodías. Herodes, los herodes, serían cual los Matamoros Brothers in the night televisiva, brother.
Pena de muerte a un hombre que ejerció libremente el derecho a la libertad de expresión, pena de muerte por un chochete, por dos: el de la madre, y el de la hija.
Así funcionó el mundo antes, entonces, después, hasta llegar a hoy, donde inocentes siempre, nosotros, por los caprichos y paranoias de los que tienen el poder.
Manteneos siempre en el lugar de los niños y los profetas, pero nunca, nunca, donde los gobernantes.
Y, si sois reyes, sedlo magos, majos y majas, llevad a los niños que son todos promesas de nuevos mesías el oro de la claridad, el incienso de la esperanza, la mirra de la alegría.
Seguid pues la estrella de vuestra intuición y si uno de esos que maneja el percal os dice: ¿hacia dónde? Mentid, pasad de largo, seguid la estrella vuestra sin atender los reclamos de los herodes de hoy, infanticidas de la ilusión, abortadores de todo fruto.
E inocentadas las justas. Pero no menos, que un petardo a tiempo nunca está de más.

A la puerta de mi casa
voy a poner un petardo
pa reírme del que venga
a pedir el aguinaldo
pues si voy a dar a todo
el que pide en Nochebuena
yo sí que voy a tener
que pedir de puerta en puerta

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