Llorará el amor entre los restos del Otoño
todo lo que no supo regalarme
Entre la osadía de mis miedos yo avancé
hacia la morena ofrenda del destino, y ella no,
no supo abrir el cofre de la gracia de su tiempo.
Cuando los ángeles nos juzguen, sus límites
y mis excesos, verán que yo estuve, para mal
y para bien, yo estuve, y ella no.
Ella, morena de piel tan clara, tan morena
su mirada, su cuerpo ágil y blanco y corazón
tan blanco y mirada sin embargo tan turbia,
mi amor de verano que no supo adivinar el otoño ...
mi cuerpecillo novia y ninfa de desconsuelo
y morirme quiero hoy por la promesa no cumplida.
Hoy quiero fundirme en el dolor de mi morena
su seriedad suprema y su lujuria de escándalo,
ayshh, mi dolor, mi pena amarga en su duelo oscuro,
ayshh mi calma blanda y su saber estar y su deseo muerto.
Ojalá que los años venideros te coronen de otoños felices
con sus hojas bellas pero muertas, mientras que yo, y lo sabes
fui primavera en ti, la vez primera que conociste a un ser
que más allá de tu sexo y tu cintura, quiso de ti tu ser moreno
tu espalda obscena y tu frente ya simiente de arruguitas de futuro ...
Llorará el amor los restos del otoño, y tú, mi amor,
convocarás con tu gracia morena más arrugas y más años,
más otoños